A pesar de valorar como positivas las medidas anunciadas por el presidente Danilo Medina, el sector detallista de la República Dominicana está transitando un difícil camino con la disminución de las ventas.
Esta situación empeora para los que no están dentro de los programas desarrollados por el Gobierno, ya que los consumidores están yendo a comprar en los establecimientos autorizados a despachar a los beneficiados de los programas “Quédate en casa, FASE o Comer es primero”.
El presidente de la Federación Nacional de Comerciantes y Empresarios de la República Dominicana (Fenacerd), Manuel Ortiz Tejada, indica que las ventas en el comercio detallista no son las más atractivas en los actuales momentos porque las ayudas que ha suministrado el Gobierno a través de las tarjetas a los consumidores ha tenido su funcionalidad en los supermercados de cadenas y supermercados grandes.
Lo propio indica Gilberto Luna, presidente de la Confederación del Comercio de Provisiones y Mipymes, explicando que al 95% de los colmados, que no están en el programa, no le está yendo muy bien porque sus ventas han bajado en más de un 50%.
“Los colmados están en el país entero, entonces, como la medida era Quédate en casa la gente iba más a los supermercados que a los mismos colmados y aparte de eso a la hora que querían ir al colmado para comprar algo ya no había tiempo porque el horario ya se había terminado”, explicó el representante de comerciantes detallistas.
Advierte que es una situación compleja la que está comenzando a vivir el sector detallista, “que no sabemos hacia dónde va”.
El sector comercio detallista de provisiones entre empleo directos e indirectos aporta más de 800,000 plazas de trabajo con una participación determinada en el PIB, en virtud de que el 85% de lo que la gente consume se vende a través de los colmados.
“A partir de ahí usted sabrá la incidencia que tiene nuestro sector en la economía”, expresó Gilberto Luna.
Entiende que en estos momentos sería muy temprano tener un balance de lo que ha significado esta pandemia para el sector detallista, pero ya ha empezado a transitar un camino muy difícil.
Asimismo, Manuel Ortiz precisa que ahora mismo hay una gran cantidad de mipymes que están quebradas, por lo que pide al Gobierno que haya una amnistía fiscal y una exoneración del anticipo porque todo indica que las ventas serán cero en el 2020.
Ambos dirigentes empresariales consideran positivo el discurso del presidente Medina el pasado domingo, pero entienden que si el Gobierno no va en ayuda del sector muchas mipymes podrían desaparecer.
El presidente de Fenacerd sugiere que se debe aplicar a través de la reciente ley de garantía mobiliaria y a través de promipymes un fondo de unos 20,000 millones de pesos para que las mipymes que representan cerca del 40% del PIB, puedan tener recursos para reponer el inventario, realizar compromisos de pago y retornar a la normalidad.
“Eso sería muy importante para evitar el quiebre definitivo de las empresas”, explica Manuel Ortiz.
Advierte que para que las microempresas tengan acceso a los recursos anunciados por el presidente Danilo Medina, a través de la creación de un Fondo de Garantías y Financiamiento para beneficiar a las mipymes, este debe moverse vía Promipymes y Banca Solidaria.
“Cuando ese dinero tú lo metes a la banca nacional ya a los dos o tres días no hay dinero porque los bancos tienen clientes preferidos. Ahora, si ese dinero se mueve a través de Promipymes y Banca Solidaria hay más esperanza de que una microempresa pueda acceder a esos fondos”, argumentó Ortiz.
Sector mipymes
Fenacerd explica que las micro empresas representan más de 1.2 millones de empresas en la República Dominicana y más de dos millones de trabajadores.
Asegura que en este momento son las que más están sufriendo en esta pandemia, porque no tienen cuenta de banco, no tienen empleados registrados en la TSS y por lo tanto, están desprovistas en todo tipo de seguridad social.
Añade que las mipymes están compuestas por microempresas en más de un 76%, siendo las pequeñas y medias empresas el restante 24%.
Las microempresas tienen menos de 10 empleados y pueden llegar a tener ventas de hasta 8 millones de pesos al año.
Las microempresas, a su vez, se dividen en microempresas de subsistencia (las cuales son la mayoría) que tienen hasta dos empleados y ventas inferiores de 390,000 al año, y las micro de acumulación que tienen más de tres empleados.
Agrega que más del 90% de las micro empresas son informales y hay personas que tienen una microempresa y no se dan cuenta.